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Cuando echo la vista atrás y analizo todo lo acontecido en torno a SefiFood este pasado 2018 no puedo estar más contento. Tras un total de 44 entradas en el blog, 25 colaboraciones en medios y algún que otro vídeo de YouTube, puedo concluir que 2018 ha sido un año fantástico.

En 2018 comencé a colaborar con los medios de comunicación. Algo que afronté con tremenda ilusión y que comenzó de forma muy discreta a mediados del pasado mes de enero. Por suerte, estas colaboraciones se han convertido en algo habitual a partir de la segunda mitad de 2018 y por ello estoy tremendamente agradecido a todos los medios que han confiado y me han permitido transmitir mi mensaje de divulgación científica.

Como conté hace poco en este post, considero que divulgar es una responsabilidad, por ello no he querido desaprovechar ninguna de la oportunidades que se me han presentando a lo largo de 2018 para transmitir la ciencia de la alimentación de forma responsable, sin tonterías ni efectos milagrosos.

SefiFood ha conseguido llegar a muchísima gente este año, sumando en total más de 8.000 seguidores en Internet, una auténtica pasada. Pero no solo he tenido presencia a través de las redes sociales, sino que también he aparecido en medios de comunicación más tradicionales como la radio y la televisión. Incluso me invitaron a un Congreso Internacional sobre Insectos, lugar donde un señor de aparente reputación me reconoció como el chaval ese que comía gusanos en YouTube. Todo un espectáculo.

También tuve episodios cómicos relevantes en mis visitas a la capital madrileña para acudir al plató de Saber Vivir, programa de referencia para mi señora abuela (y también para el resto de mortales) en materia de salud.

En mi segunda visita tuvieron que cambiar el orden del programa porque casi no llego. Y cuando digo casi, es casi. No como Álvaro Muñoz. Como ya conté en su día, resulta que hubo un incidente ferroviario (léase choque de trenes, aunque no es la última obra de George R.R. Martin) por culpa del cual llegué, literalmente, 5 minutos antes del inicio del programa. Porque era en directo eh, a ver que os pensáis. Creo que al director de Saber Vivir casi le dio un tabardillo por mi culpa. Fue divertido. (Lo del tabardillo no, la anécdota. Pobre hombre).

Al margen de mi visibilidad personal en los medios, estoy muy contento de que todas estas apariciones hayan contribuido a visibilizar la profesión de Tecnólogo de los Alimentos. Cada vez se conoce más el papel que tiene el Tecnólogo dentro de la sociedad y sobre todo en la industria alimentaria. Y quiero pensar que la divulgación ha tenido algo que ver en todo esto.

Cada vez la sociedad conoce más al Tecnólogo de Alimentos.

Espero que este 2019 consigamos transmitir la ciencia llegando a un mayor número de personas. Porque no nos engañemos, aquellos que realmente necesitan recibir nuestros consejos no se encuentran en la red. Están ahí fuera, ajenos a la divulgación científica, por ello es vital divulgar siempre que se pueda, estar hasta en la sopa. Ya sea a través de la red, como siempre, o gracias a la confianza de los medios de comunicación. Al fin y al cabo, esto solo acaba de comenzar.

Muchas gracias por leerme en 2018. Espero seguir contando con vuestra confianza este 2019,

Mario.

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