Esta temática ha surgido a raíz de una colaboración que hice para el medio de salud Vitónica. En ella hemos abordado cómo combatir la obesidad desde diferentes puntos de vista, contando con la participación de la dietista-nutricionista Gabriela Uriarte, el economista Ramón Mateo y un servidor. ¿Quieres conocer nuestras opiniones? Pues sigue leyendo.
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Cada vez comemos peor, tristemente. Existe un gran consumo de ultraprocesados en nuestra sociedad actual que difícilmente puede controlarse. Estamos rodeados a cada esquina, y combatir la obesidad debería ser una prioridad absoluta. Los niños y adolescentes tienen acceso continuo, y cada vez desde edades más tempranas, a un ambiente obesogénico que nos rodea e incita a consumir productos insanos (estudio). Desde las primeras papillas hasta los cereales infantiles de desayuno hay una amplia lista de productos no saludables cuyo consumo no para de crecer. El marketing que hay detrás de ellos es uno de los culpables.
Una de las preguntas que se me planteó en la colaboración es si se puede estar obeso y saludable al mismo tiempo. Soy tajante. La obesidad y el sobrepeso son enfermedades y como tales no son compatibles con la salud. Otro asunto es el concepto que se tiene de persona “gorda” o con sobrepeso, algo que puede variar significativamente de un individuo a otro y que a veces se confunde. Existen personas que probablemente la mayoría percibiríamos como “delgadas” con una salud mucho peor que otras percibidas como “obesas”. También hay algunos parámetros que muchas veces se obvian, como la grasa visceral y la salud de nuestros órganos internos. No todo es el físico en lo que respecta al sobrepeso y obesidad.
[piopialo vcboxed=”1″]La obesidad y el sobrepeso son enfermedades y como tales no son compatibles con la salud[/piopialo]
Y es que como os decía, la obesidad no es solo lo que vemos sino mucho más. Está relacionada con el mal funcionamiento de muchos de nuestros órganos internos y enfermedades asociadas como hipercolesterolemia, diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer (estudio). Sin duda hay que luchar para prevenir y combatir estas enfermedades desde todos los sectores de nuestra sociedad. Los medios de comunicación a veces no ejercen un impacto positivo para las personas que sufren estas enfermedades, mostrando una realidad que no existe. Esto también pasa en las redes sociales. Se nos vende continuamente la imagen del “cuerpo perfecto” cuando resulta que el cuerpo perfecto no existe. ¿Quién dice y establece qué es perfecto y qué no lo es?. Cada uno de nosotros somos únicos y tenemos una composición corporal distinta predispuesta por factores genéticos y ambientales que no podemos controlar (estudio).
Pero no nos quedemos en la superficie. ¿Quién o quiénes son entonces los responsables de esa situación de obesidad global que vivimos, y deberían empezar a combatir la obesidad? ¿Tiene algún sentido culpar al propio individuo que padece obesidad?
Sabemos que la obesidad es una enfermedad multifactorial, por lo que no tiene mucho sentido machacar a la persona obesa diciéndole que si está gordo es porque quiere y que no hace nada para remediarlo, ya que también sabemos que algunos parámetros como el nivel socioeconómico influyen de manera directa en esta enfermedad (estudio). Creo sinceramente que el sector político debería tomar medidas, gran parte de la responsabilidad recae en él. Desde ahí deberían empezar los cambios económicos y regulaciones publicitarias que pueden revertir esta situación a largo plazo. Aplicar más impuestos a productos insanos y políticas favorables para productos saludables como frutas, verduras y legumbres podría ser el inicio del cambio (estudio).
Sin embargo, hay que ser especialmente sensible con estos asuntos y sobre todo respetar la libertad del individuo. No podemos ni debemos obligar a nadie a que actúe en contra de su voluntad, mucho menos juzgarlo. Lo que debemos hacer para combatir la obesidad es educar, divulgar y enseñar los beneficios y perjuicios de según qué estilos de vida. Después cada uno que elija con la información en su mano. A pesar de lo que muchos dicen, los divulgadores no somos talibanes de la nutrición.
[piopialo vcboxed=”1″]Debemos educar, divulgar y enseñar los beneficios y perjuicios de según qué estilos de vida[/piopialo]
Un abrazo, Mario.
No culpo al indivíduo, ni presiono a nadie, pero cuando me vienen pidiendo ayuda y consejo y de vuelta solo tengo excusas pues me da mucha rabia. Que si no tengo tiempo para comer, para cocinar, para hacer ejercicio…doy trucos para que piquen en 5 min algo sano y no lleguen a la hora que pueden comer con ganas de comerse un buey y tampoco les vale, y lo de bajarse antes del metro para caminar un poco más tampoco, y no hablemos de cocinar, eso ya es imposible porque es imposible cocinar cuando se libra e ir congelando cosas como hacemos algun@s. Que yo no me dedico a la dietética, pero hice el módulo de FPII y os sigo por las redes a ti y a muchos de los que yo considero “Coherentes”, entre ellos Gabriela Uriarte, así que me siento capacitada para dar consejos a personas sin más enfermedades que el sobrepeso, pero me ecuentro con que muchas veces ganan los artículos de internet que te venden mierdas a precio de oro, o que dicen que el vino es buenísimo, o que hay que alcalinizar al dieta para estar sanísimo y para eso hay que comer patata cruda. No me quiero imaginar a los que se dedican a ello y tienen que lidiar todos los días con las mismas preguntas, excusas, paranoias y tonterías varias, a mi me daría un ictus al tercer día.
Me ha sorprendido leerlo asì de tajante: El sobrepeso es una enfermedad?
Hola Andrés! Pues depende del enfoque que queramos darle. Si somos estrictos quizá hablaríamos de “condición física” que en algunos casos predispone a sufrir ciertas enfermedades, aunque si nos ceñimos a la definición de “enfermedad”, el sobrepeso sí que es una “alteración más o menos grave de la salud”. Más allá de la terminología quédate con el fondo del mensaje. Sobrepeso y obesidad no son compatibles con la salud.
Consiste en educar y concienciar poco a poco, no podemos esperar ni exigir cambios de la noche a la mañana. Gracias por tu comentario.
Gracias, Mario, por tu respuesta. Sin embargo no estoy muy de acuerdo. Si se trata entonces de un enfoque o de una definiciòn màs o menos relativa (y tal vez cambiante), no estoy de acuerdo con quedarse con el mensaje de que el sobrepeso (màxime si sòlo hablamos de IMC) es una enfermedad. Corrìgeme si me equivoco: el sobrepeso, de hecho, està a dìa de hoy, excepto en honrosas ocasiones, definido por un simple valor de Indice de Masa Corporal (relativo a un patròn), que dependiendo del individuo (y del valor, claro) supondrà un RIESGO para su salud o no. Pero en ningùn caso creo que se pueda (ni que se deba) transmitir la idea de patologìa para valores que no llegan al umbral que hasta ahora se establece como “obesidad” màs o menos grave. Hablamos pues de estrategias de comunicaciòn. Estoy de acuerdo que no se debe minimizar el riesgo de una condiciòn de sobrepeso, pero crees que es positivo llamar enfermedad a un sobrepeso ? Me refiero tanto a la imagen/confianza/credibilidad de quien asì lo cataloga (ya sea comunicador/a, educador/a, o personal sanitario) como al efecto psicològico sobre el/la asì catalogado/a (hablamos de no estigmatizar a la persona que sufre obesidad y hemos dado ya el salto de llamar enfermo/a a la persona con -cualquier valor de – sobrepeso…). No es màs sencillo y eficaz hablar de sobrepeso como factor/categorìa de riesgo?