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No estoy de broma. Bueno, no más que otras veces. El título de este post no es una obra de mi alocada mente alimentaria, sino la última consulta sobre movidas raras que les suceden a alimentos corrientes y molientes en el consultorio “Aló Comidista” de El Comidista. Por supuesto. No iba a ser el Aló Comidista de Vargas Llosa.

A continuación os mostraré la consulta que me fue realizada, al igual que en otras ocasiones, así como las respuestas que ofrecí a los amigos de El Comidista. Por supuesto, os recomiendo encarecidamente que acudáis al artículo original para disfrutar con las cuestiones más absurdas, divertidas y también didácticas (por qué no) del consultorio de este mes. Estoy seguro de que os va a encantar.




Puedes continuar leyendo el artículo de Mikel López Iturriaga

donde colaboro haciendo clic aquí, para el consultorio de El Comidista.


Consulta de una tal Ana, para El Comidista

El otro día me dio por meter una cuchara en el potaje de garbanzos que estaba cocinando mi madre, y no sabes la bronca que me pegó! ¡Que cómo se me ocurría meter una cuchara de metal! ¡Que se iban a poner duros! Es igual que la olla también fuera metálica, eso no influía. Por favor, necesito que me ilumines con tu sabiduría. ¿Mi madre está loca? ¿O existe alguna explicación científica? ¿La puedo internar ya en la López Ibor?



Esta fue mi respuesta después de tomarme una tila

Es la primera vez que oigo algo así, anonadado me hallo. Tras una ardua tarea de búsqueda bibliográfica, podemos decir que no existe ninguna explicación científica que justifique semejante bronca maternal. No sabemos si tu madre padece de algún trastorno psicológico, lo que sí sabemos es que esta información parece haber calado hondo en generaciones anteriores, ya que es algo que se comenta entre personas de avanzada edad con cierta frecuencia.

Efectivamente, no hay ninguna evidencia que muestre una correlación entre la presencia metálica y la dureza de las legumbres, y si la hay al menos yo no la he encontrado.

En primer lugar, deberíamos preguntarnos de qué material está hecha esa fatídica cuchara. Por lo general, los cubiertos que utilizamos en nuestra vida cotidiana están hechos de acero inoxidable, por lo que, salvo que seas la Reina de Inglaterra y utilices cubiertos de plata, imagino que estos serán de acero inoxidable. El acero inoxidable es un material bastante resistente, por lo que no hay ningún motivo lógico para pensar que la simple introducción momentánea de una cuchara vaya a provocar un cambio inmediato en la preparación culinaria en cuestión.

La única lógica que se me ocurre sería que al mantener durante un tiempo prolongado la cuchara introducida en la olla, la temperatura de esta disminuyera y por lo tanto la del agua de cocción, provocando que los garbanzos terminaran quedando más duros. Pero vamos, que es algo bastante improbable, y desde luego no se va a producir por un “mete saca” rápido.

Antes que conseguir aumentar la dureza de los garbanzos, terminarías quemándote, ya que el metal conduce bastante bien el calor (de eso sí tenemos evidencias sólidas).

Por otro lado, y como bien dices, las ollas que solemos utilizar también suelen ser de acero inoxidable, por lo que habiendo cuchara o no y en el supuesto de que la relación entre metal-dureza fuera cierta, los garbanzos terminarían más tiesos que la mojama.



La recomendación debe ser vigilar el desgaste de los utensilios cotidianos, ollas, cubiertos, sartenes, etc, ya que con el paso del tiempo el deterioro de los materiales puede dar paso a una migración de componentes no especialmente interesantes para la salud hacia nuestra comida, y de esto sí que tenemos una seguridad absoluta.

 

Gracias por leerme.

Mario.

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