A diario surgen multitud de noticias en portales web de diversa índole que hablan de las propiedades casi mágicas del jengibre. Es un goteo que nunca cesa, y esto salpica continuamente la mente del consumidor, ya que son contenidos que se viralizan con facilidad en redes sociales.
Podemos comprobar fácilmente las alegaciones saludables asociadas al jengibre si acudimos a nuestro querido buscador Google. Tecleando la frase “el jengibre es bueno para…” podemos descubrir un abanico de posibilidades muy amplio. Desde mejorar los gases, hasta la tensión pasando por el colesterol, el listado de beneficios saludables asociados al consumo de jengibre es abrumador.
Pero no queda ahí la cosa, aún podemos subir un escalón más en este despropósito. Si tecleamos “el jengibre cura…“ nos encontramos con un entorno desolador. Los usuarios buscan en Google si el jengibre cura la disfunción eréctil, la diabetes o incluso la EPOC, una enfermedad relacionada con la obstrucción de los pulmones debido a una inflamación crónica, las siglas de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica.
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Gracias por leerme.
Mario.