“Las bolitas negras que tu cuñado te pone en todo lo alto de los canapés, como para culminar una obra culmen de la gastronomía contemporánea, no son huevas de esturión, sino de lumpo, capelán o mújol, tres pescados bastante más comunes que el primero y, por supuesto, también mucho más baratos.
Según la legislación, está prohibido denominar caviar a un producto distinto de las huevas del esturión (acipenser sturio)”, explica el tecnólogo de los alimentos y divulgador Mario Sánchez, autor del blog Sefifood. La norma está recogida en el Real Decreto 1521/1984, que regula los productos de pesca y acuicultura destinados al consumo humano.”
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Mario.