Desde hace varios años, el simple hecho de mencionar la palabra “aspartamo” ha suscitado en la mente del consumidor cierto rechazo y miedo hacia cualquier producto que contara con el conocido aditivo entre sus ingredientes.
Todos los aditivos son seguros en las dosis añadidas a los productos alimenticios que consumimos. El caso del aspartamo no es para menos, ya que ha sido, y es, uno de los aditivos más estudiados en los últimos años.
Este artículo forma parte de mi colaboración semanal para la asociación Helping Cáncer. Puedes leerlo de forma completa haciendo clic en este enlace
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Mario.